La estación de esquí de La Thuile se ubica al abrigo del pico San Bernardo a 1441 metros de altitud. La cota máxima es de 2.652 metros lo que propicia un desnivel para el esquí de 1.200 metros.
La zona está rodeada de bosques alpinos y glaciales. La elevada altitud garantiza nieve de calidad hasta la primavera.
La ciudad goza de una situación geoestratégica envidiable. Antaño fue uno de los pasos abiertos entre montañas más transitados entre Italia y Francia. En los últimos siglos La Thuile ha vivido de la explotación minera y sus calles aún destilan el sabor de antaño y de una población vinculada a la tierra y el metal.
En la zona de esquí de San Bernardo no solo es posible cruzar la frontera en las pistas de mayor dificultad destinadas a los esquiadores más atrevidos, sino que, al haberse formado de la unión entre la estación de esquí italiana de La Thuille en el valle de Aosta y la estación francesa de La Rosière, San Bernardo es una auténtica zona de esquí sin fronteras en el sentido más estricto de la palabra en la que con un solo forfait se pueden recorrer 150 kilómetros de pistas de distintos niveles en los dos países.
Como una de las pocas zonas de esquí situadas en departamento saboyano conocido como Haute-Tarentaise, las laderas de San Bernardo son famosas, sobre todo, por la garantía de su nieve, lo que hace posible que en 120 días de media por temporada se pueda descender al valle después de un maravilloso día de esquí y garantiza excelentes condiciones en las pistas a cualquier altura ente los 1.176 y los 2.641 metros de altitud.
Además de poder disfrutar de la “dolce vita” italiana y el francés “savoir vivre” en las cabañas de las dos partes de esta zona de esquí, los esquiadores de San Bernardo tienen a su disposición una enorme variedad de pistas entre las que poder elegir, tanto para principiantes como para los más avanzados.
El resort de esquí cuenta con una enorme oferta de restauración que se traduce en casi una treintena de restaurantes entre los establecimientos ubicados en la propia ciudad de La Thuile y los que operan en las distintas pistas. Aquí se incluyen restaurantes, cafeterías y bares de copas. Dentro del aspecto gastronómico, cabe reseñar El Regal du Petit Berger, Bocanadas de Budding, La Soca al estilo La Thuile, la Sopa de Ortigas, Flores de Calabaza Frita, Polenta con Manzanas o las Patatas Campagnarde. Atractiva oferta de ocio después del esquí para los visitantes. Lugares acogedores, música, copas y alguna discoteca en la estación.
